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Una dieta de transición se basa en el proceso de adaptarse de una dieta a otra. Es importante hacer bien la transición del pienso al BARF.

Muchos perros y gatos después de llevar años comiendo únicamente pienso se les hace extraña la comida cruda y se niegan a comerla (mero instinto para protegerse de posibles tóxicos). Hay que ser paciente y constante y como siempre, hacerlo poco a poco.


¿Cómo empezamos?

Lo primero es evitar tener el pienso a disposición todo el día. Después probaremos a darle los alimentos crudos por el día respetando la toma de pienso por la noche. De este modo, probaremos a ver qué alimentos le resultan más extraños y cuales más tentadores. Para estimular el apetito (tanto en gatos como en perros) haremos que queme un poco de energía 30min antes de la toma. O bien con un paseo o bien con juegos interactivos en casa.

Es posible que haya perros que la textura o el sabor al notarlo distinto al pienso no lo quieran comer. Siendo así, podemos hacer un puré con los alimentos que no quiera comer y mezclarlos con los que sí quiera comer.

Ejemplo:

Se come bien las pechugas pero las verduras se las deja. De este modo hacemos puré de las verduras y las mezclamos con la carne. Durante la primera semana añadir los huesos carnosos de forma ocasional entre comidas para poder observar que los come sin problemas.


De igual modo haremos con los huesos recreativos que se los daremos durante la primera semana 15min al día e iremos aumentando el tiempo siempre que veamos que no le puede ocasionar ningún peligro. El mayor error es darnos por vencidos sólo por cuán difícil sea la transición. Suele ser más fácil en perros pero en gatos puede durar hasta 3 meses. No entres en pánico cuando vuestros peludos os miren extrañados por darles una pechuga cruda, realmente la culpa es nuestra por no haberles abierto antes al estupendo mundo de la variedad alimenticia. Un buen truco es añadir caldo de pollo (un poco) a la comida cruda para que tenga más sabor y sea más apetecible. En los casos en los que hay una negación absoluta en la transición podemos jugar con la hambruna para que acaben cediendo a las comidas crudas (siempre que no pasen intervalos de 24h). Lo más importante es que establezcamos los horarios de las comidas para que sea más sencillo habituarse al cambio.



AYUDAS PARA LA TRANSICIÓN:

Si aparece diarrea (Lo primero que deberemos hacer es dejar descansar al intestino; esto significa ayuno de entre 12 y 24 horas y alimentar a nuestro perro o gato después del ayuno con una dieta blanda de alta digestibilidad. La diarrea muchas veces trae consigo molestias abdominales, ruidos del intestino y la presencia de gases, pero si aparece una décima de fiebre, apatía, sangre o temblores deberemos ir directamente al veterinario):

· Sopa de Moro: Conocida gracias al doctor Ernst Moro (que trabajó en la Universidad de Heidelberg) y que usaba para tratar a los niños con diarrea. Para prepararla, hervimos un kilo de zanahorias durante una hora con 5g de sal y hacemos un puré con el resultado. A continuación, ponemos otra vez el agua necesaria para que quede un litro de sopa. La larga cocción de la zanahoria libera Oligogalacturónidas ácidos que son similares a los receptores del epitelio intestinal y se acoplan a los gérmenes patógenos. Estos ya no se pueden acoplar a los epitelios y con la digestión se eliminan del cuerpo.



Para estimular el apetito:

-Alfalfa (Medicago sativa). Es un tónico excelente que estimula la digestión y el apetito. Ayuda a los animales a ganar peso y mejora el vigor físico y mental. Los casos en que mejor funciona la alfalfa son los de animales con peso insuficiente, nerviosos o muy agitados. También puede ayudar a los que presentan dolores musculares o articulares o a animales con problemas urinarios (sobre todo cuando hay formación de cristales e irritación de la vejiga). En función del tamaño corporal de su perro, añada entre 1 cucharadita y 3 cucharadas de alfalfa picada o deshidratada a la ración diaria; también puede preparar un té remojando 3 cucharadas de alfalfa picada o deshidratada en una taza de agua durante 20 minutos. Mezcle la infusión con el alimento o adminístrela por vía oral con una jeringuilla. A los gatos se les puede ofrecer una cucharadita (deshidratada) al día.

-Ajo (Allium sativum). Ayuda a eliminar lombrices, a fortalecer la digestión y a estimular de manera beneficiosa el tracto intestinal. Úselo para estimular la salud intestinal. También está indicado en animales que han ingerido gran cantidad de carne o pescado, o los que tienden al sobrepeso o sufren dolor de cadera por artritis o displasia. Incluya ajo rallado en cada comida (consultar dosis).



**9 consejos para la transición**

1. Es importante buscar un apoyo veterinario o de un nutricionista para asegurarnos de que lo que vamos haciendo y los cambios que vemos son normales.

2. La dieta cruda debe contener carne, huesos, grasa y carne de músculo en las proporciones que se encuentran en un animal magro. Además es necesaria una variación de proteinas (mínimo 3).

3. Debe haber una buena proporción calcio-fósforo. Igual que asegurar una buena rotación para que obtengan vitaminas y minerales.

4. La transición debe ser gradual y durará un tiempo distinto en cada animal, la paciencia es la clave.

5. No todos los animales tienen la misma facilidad para digerir un alimento crudo, se pueden añadir enzimas digestivas o cocinarlos levemente (NUNCA HUESOS).

6. Se pueden usar estos suplementos para facilitarlo:
– Enzimas digestivas, probioticos, hierbas como la menta, omega 3 (aceite de krill) y suplementos naturales y ecológicos.

7. Las verduras, especialmente las verduras de hoja verde, nos permiten manipular el contenido de grasas y proteínas de la dieta, así como también la introducción de una buena fuente de vitaminas y minerales naturales.

8. No importa la edad ni la patología si se hace correctamente.

9. Se pueden usar remedios como la homeopatía o las flores de Bach para ayudar a la transición.

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