La pancreatitis (inflamación del páncreas) es muy peligrosa. Entre el 27 % y 58 % de los pacientes con la enfermedad no sobrevive.

 

La inflamación del páncreas altera sus funciones normales, que incluyen la secreción de insulina para equilibrar los niveles de azúcar en la sangre y la producción de enzimas digestivas tales como la amilasa, lipasa y proteasa, que son necesarias para la digestión y absorción de nutrientes.

 

De acuerdo con la revista veterinaria dvm360, alrededor del 25 % de los perros con diabetes también padecen pancreatitis. Es también más común en perros que han sido sometidos a una cirugía, sobre todo a procedimientos que involucran la cavidad abdominal.

 

Además, también se sospecha que algunos medicamentos desencadenan pancreatitis.

Los excesos alimenticios también suelen estar ligados y por lo general involucran alimentos ricos en grasas como pieles, cortezas, comida frita, etc. En mi experiencia, los alimentos procesados para animales también son desencadenantes.

 

Cuando la enfermedad es muy grave, la inflamación puede volverse sistémica, lo que puede causar conmoción, colapso cardiovascular o circulatorio.

 
 
 

Los síntomas más comunes son: deshidratación, babeo excesivo, lamido de belfos (signos de náusea) y dolor abdominal. Dado que estos síntomas están presentes en una amplia variedad de enfermedades y trastornos, es necesario realizar una evaluación exhaustiva.

 
 
 

No hay ningún procedimiento ni medicamento que cure la pancreatitis, por lo que el tratamiento es principalmente con el cambio de alimentación.

Los veterinarios están observando cada vez más perros y gatos con pancreatitis, y estoy convencida de que los alimentos procesados desempeñan un papel importante en ello. Los alimentos altos en carbohidratos afectan los niveles de insulina, lo cual perjudica al páncreas.

 

KetoPet Sanctuary ha descubierto aspectos interesantes sobre los perros que consumen grasa pura (sin procesar) en comparación con los canes que consumen grasa cocida (procesada), la grasa cruda (incluso en tipos de alimentación con alto contenido de grasas) no causó pancreatitis en los pacientes, pero cocida, incluso en pequeñas cantidades, indujo pancreatitis en algunos pacientes.

 

Entonces, ¿Las grasas altamente procesadas y de mala calidad (calentadas en varias ocasiones, hasta cuatro veces durante el proceso de fabricación antes de que se produzca el pienso) contribuyen a la pancreatitis que se presenta en los perros y gatos de todo el mundo? Obviamente sí.

 

Además, los alimentos procesados carecen de enzimas naturales que ayudan a reducir el estrés pancreático, por lo que el páncreas se encuentra en un estado de inflamación leve continua.

 

Los alimentos que no contienen enzimas naturales activan al páncreas para tratar de compensar la diferencia. Si esto no funciona de la manera adecuada, se produce la pancreatitis.

 

Los carnívoros están diseñados para obtener enzimas complementarias de los alimentos que consumen debido a que su alimentación natural está repleta de bacterias vivas que contienen abundantes enzimas.

 
 
 
 
 

Una de las medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de que tu perro reincida en un episodio de pancreatitis es dar un suplemento de enzimas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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